En Ciudad Juárez existen casi trescientas plantas maquiladoras de origen extranjero, consiguen mano de obra barata, principalmente de mujeres jóvenes, sin otorgar ningún tipo de seguridad social
En la década de 1970 y 1980 esto provocó flujos migratorios que contribuyeron a un espectacular crecimiento de la población fronteriza, en especial de la población femenina. Muchas de las mujeres asesinadas trabajan en estas fábricas, son en su mayoría de clase social baja, trabajadoras, inmigrantes y, con frecuencia, recién llegadas a la zona de pueblos mexicanos pobres.